Primera salida en solitario, abril de 1978


Quinientos ejemplares en cuatro cajas llegarón a la casa de mis padres. Debía a una Caja de Ahorros 35.000 pesetas a pagar en cómodos plazos. Vendí unos 350 a 100 pesetas persiguiéndo a cualquiera al que conociera un poco por calles, actos culturales y manifestaciones.
Por cierto, que ni gozo ni fiesta, aunque fuí capaz entonces de citar a Marx en un poema casi de amor a una alicantina.

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